martes, 20 de marzo de 2012

PRAXIS DEL DOCENTE UNIVERSITARIO Y TRANSDISCIPLINARIEDAD


Instituto Pedagógico “Alberto Escobar Lara” Maracay
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Sub-programa de Doctorado de Barcelona
                                                                                                      Alejo Sayago Méndez
                                                                                                         alseay11@hotmail.com 

 PRAXIS  DEL DOCENTE UNIVERSITARIO Y  TRANSDISCIPLINARIEDAD

Resumen

En el contexto educativo actual, pensar en praxis docente y transdisciplinariedad  es reflexionar acerca de la producción y comunicación  de saberes en  la profesión docente, un espacio para el desarrollo de una educación transformadora. Ello implica  situar los procesos cognitivos y pedagógicos en el contexto de  la complejidad  del quehacer del docente, frente a nuevos desafíos, crisis, emergencias sociales; así como del sujeto que aprende. La praxis docente, como expresión de la acción transformadora del acto educativo, representa un punto de encuentro para el diálogo creativo de saberes de la realidad humana del ser de la educación con el propósito de  problematizarla.
Palabras clave: Praxis, docente, complejidad, transdisciplinariedad


La docencia universitaria como profesión comprende aspectos científicos,    técnicos y  del  quehacer cotidiano que exigen reflexión,  creación y transformación  permanente  que constituye la  praxis educativa, entendida ésta, como la reflexión y acción del docente sobre su práctica para transformarla. La  praxis es una práctica social que  se concibe  como un conjunto de actuaciones de los actores sociales, con las que se pretende satisfacer sus necesidades y que implica unas acciones operativas, de actitudes y comportamientos. En el contexto educativo, los términos praxis y práctica tienden a ser utilizados indistintamente. En la praxis  reside el éxito del docente, su efectividad y acierto con los estudiantes; una cualidad innata del docente relacionada con su capacidad comunicativa, de manejo de grupos, relaciones humanas, de autoridad ganada  en la comprensión de situaciones y en la intuición de su manejo; en tanto que la práctica es entendida como el modo instrumental, técnico, performatizado, repetitivo  del saber enseñar.
En el  análisis de la situación  que enfrenta hoy la educación universitaria, la crisis de la praxis del docente ha ocupado lugar destacado en los últimos años. Las observaciones de nuevos rumbos provienen de la necesidad sentida de formar al profesional a partir de un enfoque que trascienda lo disciplinario, de interacción y diálogo del saber enseñar  y el saber pedagógico. Las discusiones realizadas entre quienes detentan los saberes específicos de las disciplinas que enseñan y quienes detenten el saber pedagógico para su transmisión, concluyen que en  el ejercicio de la profesión docente, ha prevalecido el saber disciplinario en detrimento de otros saberes, de la diversidad, de la complejidad, de la totalidad.
Entre el docente y el discente existe una inmensa barrera que impide la verdadera interrelación y el crecimiento personal. El espacio educativo universitario no resulta el más idóneo para el desarrollo de un proceso que debe estar signado por la flexibilidad, la camaradería y  el compromiso académico en pos de los objetivos comunes; por el contrario, todo conspira para que  la comunicación sea vertical, inefectiva, controladora y punitiva: el sistema, los reglamentos, el ambiente de aula, entre otros. ¿Cómo abordar esta complejidad? ¿Cómo cambiar esta cultura?  ¿Cómo crear espacios educativos para la comprensión, la reflexión y diálogo  de saberes? ¿Cómo enfrentar la complejidad que el proceso educativo implica?, ¿Cómo desarrollar el saber práxico en el docente universitario para enfrentar la complejidad de las realidades actuales?
Según Morin (1982; 56), “… la realidad es compleja...y a través de la transdisciplinarierdad nos acercaremos a ella". La transdisciplinariedad basa sus reflexiones en el “descubrimiento” de la complejidad como punto de partida para comprender la realidad social contemporánea. Para tal fin, la primera gran frontera que pretende superar la transdisciplinariedad es aquella que fracciona el conocimiento en disciplinas, que utiliza métodos, objetos de estudios, problemas de investigación,  y marcos teóricos, que cambian  sólo a partir de ellas mismas y dentro de las construcciones evolutivas que han establecido los límites de cada una de las disciplinas. La idea de trascender las disciplinas se impone como un imperativo necesario para comprender las realidades complejas del mundo contemporáneo. La solución, como lo indica Martínez (2003),  no es desechar el conocimiento construido, sino construir nuevos sistemas para la codificación e integración, donde los saberes serán más legítimos, útiles y prácticos.  La Transdisciplinariedad no busca ni tiene intención de acabar con las disciplinas, su finalidad, afirma Nicolescu (1996),   es la comprensión del mundo actual, y la unidad del conocimiento, uno de sus imperativos. Por consiguiente, estos conceptos surgen con el propósito de unir lo desunido, de establecer un diálogo entre disciplinas y demás saberes que permitan a docentes, investigadores y estudiantes acercarse a la realidad. 
La praxis del docente adolece de la necesaria transdisciplinariedad  en la ejecución curricular, tanto en el saber específico por enseñar, como lo pedagógico y del quehacer pedagógico, las condiciones sociales e históricas de la educación, el proyecto de persona que se busca, los determinantes sicológicos del aprendizaje y de  desarrollo humano, que requieren la convergencia de disciplinas como la sociología, psicología, la lingüística y la filosofía  que con la formación pedagógica propiamente dicha, y con la experiencia de la vida trasciendan lo disciplinar, multidisciplinar y lo interdisciplinario. En el discurso  convencional de  la práctica docente, difícilmente se concilia el manejo científico de la disciplina enseñada con el proceso pedagógico y la transformación de su propia práctica a la luz de las condiciones sobre determinantes ya enunciados. ¿Cómo superar esta crisis?, ¿Cómo incorporar a la praxis profesional del docente los saberes transdiciplinarios?
En las crisis es menester redoblar esfuerzos para encontrar salidas, innovar esquemas, haciendo a un lado preconcepciones ancladas en etapas pasadas. Por esto se busca desarrollar en los ambientes de aprendizaje, una pedagogía  que conciba al ser humano como un ser único e independiente, un ser espiritual, que se interrelacione, que busca autonomía de ser y de existir, sensible ante sus propia exigencias y las de su comunidad;  catalizador de su propio destino y constructor de su propia historia con decisión y responsabilidad. A través de la praxis educativa desde la visión transdisciplinaria, se orientará al discente en el proceso de comprensión del mundo y su realidad, convirtiéndolo en un profesional bien informado y motivado por  los problemas de la sociedad, provisto de un sentido crítico y en capacidad de reaccionar ante las nuevas tensiones del planeta.
Respecto a  la educación universitaria, la opinión pública venezolana y en particular  hacia el interior de este  espacio educativo, se cuestiona intensamente sus resultados, su lentitud para cambiar, y sobre todo, el desfase  respecto a las nuevas realidades del mundo. Se enfatiza en lo relacionado con el docente y sus métodos de enseñanza, sus conocimientos científicos, su actualización de saberes, sus competencias pedagógicas, sus estrategias de enseñanza, y su modo de actuar; se le cuestiona su inercia mental, su capacidad para comprender su práctica y generar los cambios necesarios para mejorarla, su competencia para hacer de la clase un espacio de interés y motivante para el aprendizaje. Sin embargo, en el escenario de la educación universitaria venezolana, la mayoría  de los docentes son profesionales sin formación pedagógica.
Durante décadas los requisitos de la docencia universitaria venezolana se ha centrado en sus competencias técnicas disciplinarias, sin considerar la formación pedagógica como elemento indispensable de esta actividad. En consecuencia, en su práctica docente  imperan los postulados tradicionales de la enseñanza, centrados en la enseñanza-aprendizaje de  relación unidireccional, vertical, desvinculada de las realidades diversas, del sujeto que aprende, autosuficiente, de imposición y de poder del docente hacia el estudiante. No obstante, como lo menciona Carmona (2004), en la actualidad, tanto en las instituciones como en las políticas de educación superior, se realizan esfuerzos para que los nuevos diseños curriculares incluyan un pensamiento integral, holístico, interdisciplinario y transdisciplinario, que formen profesionales con pensamiento crítico, capaces de abordar planteamientos complejos, y preparados para dar respuestas viables, confiables y con equidad a los planteamientos de la realidad. 
La praxis del docente universitario, debe estar centrada en la pertinencia, colaboración y solidaridad, despojada de  todos los males del cientificismo: rigidez en los programas de estudios, escasa respuesta a las demandas sociales, homogeneidad del método científico, excesivo disciplinarismo y enfoque en más especialización sin ninguna conexión con el contexto social. Desde una visión transdisciplinaria, la praxis docente universitario orientará al discente en el proceso de comprensión del mundo y su realidad, convirtiéndolo en un profesional bien informado y motivado por  los problemas de la sociedad, provisto de un sentido crítico y en capacidad de reaccionar ante las nuevas tensiones del planeta.

Referencias
Carmona,  M. (2004). Transdisciplinariedad: Una propuesta para la Educación Superior en Venezuela. Rev. Ped, mayo 2004, Vol. 25, no.73, p.59-70. ISSN 0798-9792.

Martínez,  M. (2003): “Transdisciplinariedad, un enfoque para la complejidad del mundo actual”. Conciencia Activa 21. Número 1, pp. 107-146. Caracas.

Morin, E. (1982). Ciencia con conciencia. Barcelona, España: Anthropos.

Nicolescu, B. (1982).  La Transdisciplinariedad. Manifiesto. Multiversidad Mundo Real Edgar Morin A. C.  Hermosillo. México

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