Todos coinciden en la convicción según la cual la verdadera educación no debe
estar desligada de los principios sociales y políticos comunes, hoy a todos los
pueblos y que se consagran como derechos inalienables, donde sus principios son
la DEMOCRACIA , pero la relación
democracia y la educción es entendida y practicada en los actuales momentos y
aun mas en el propio subsistema de educación superior, como la igualdad de
oportunidades que tienen todos los miembros de la sociedad al ingresar al
sistema universitario. Pero la igualdad reconocida es meramente formal y está
contenida en el texto legal vigente, y no real, dado que solo se garantiza el
acceso de todos los
demandantes normales, y no su permanencia dentro del mismo, o
su prosecución y
graduación. En otras palabras, los que exijan el derecho al estudio se les
conocerá el esfuerzo con el otorgamiento de su cupo en la universidad, pero dependerá de los esfuerzo
y sacrificios de cada grupo de familia en la sociedad.
No se trata de que todos tengan garantizado las condiciones
de permanencia, sino de resistencia para poder "sobrevivir" dentro de ese sistema universitario con las
pocas innovaciones, dentro del selectivo proceso, en donde los progresos que se
han de suceder dentro de la adquisición de conocimientos, experiencias y formas superiores de
conducta obedezcan más a las condiciones sociales de los aspirantes que a los
niveles de madurez perceptora. De ahí que día a día se incrementa la cantidad de desertores, conformada por los jóvenes y adultos de las clases más desfavorecidas, aspirantes
frustrados a una real participación en la gestión
social trasformadora de la naturaleza y la sociedad.
De continuar este crecimiento acelerado (cuantitativo) de la matricula y el decrecimiento
de los recursos destinados a educación superior,
se configura una
situación en las que nuestra universidad, no podrán responder. Posiblemente estas condiciones,
no les permitan a las autoridades universitarias responder a la comunidad
a la cual se debe, y además tener agobiado al personal administrativo,
docente y directivos para que ejerzan un buen funcionamiento en todo lo académico e investigación.
Bibliografía
Zuleta, E (2002), La docencia superior,
(bases andrológicas) colección ciencias humanísticas, Universidad de los Andes.
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